El rescate de la historia prehispánica de la localidad ha constituido un medio eficaz para fortalecer el arraigo cultural en una región que, orillada por una compleja problemática social y medioambiental, enfrenta un intenso problema migratorio. A través de la generación de empleos vinculados con la participación activa de una sociedad en la recuperación del pasado arqueológico de su pueblo, se ha fortalecido el vínculo de la comunidad con su patrimonio, a la vez que durante varios años se proporcionó un medio modesto pero estable de subsistencia. Gracias a una capacitación y supervisión puntual de mucho tiempo, se crearon cuadros de especialistas en cada una de las actividades que desempeña el proyecto; esta consolidación del conocimiento y la experiencia adquirida han hecho posible potenciar el alcance de las exploraciones en el Cerro del Teúl, pero también involucrar a las mismas personas en el rescate de otros sitios de la región, como es el Cerro de Las Ventanas, en Juchipila, o el Cerro de San Miguel, en Momax. Por otro lado, el proyecto arqueológico siempre ha puesto énfasis en socializar la información que genera, compartiéndola con la población zacatecana de múltiples maneras. Las actividades de divulgación que se emprenden actualmente surgen de la convicción de que la arqueología es causa de utilidad pública, tal como lo estipula la Ley Orgánica del INAH, y como tal las actividades que se desempeñan en el contexto de un proyecto de investigación arqueológica deben hacerse accesibles a todo el público. Todas estas acciones tienen un profundo impacto en la apreciación del valor patrimonial de la zona arqueológica por encima de cualquier otro, y generan una conciencia y estimación de los vestigios arqueológicos en personas de todas las edades, asegurando así su protección y conservación para el futuro.