En el posclásico esta zona destaca por la presencia de centros urbanos fortificados, el control total de las rutas de comercio y las campañas de conquista son lo que caracteriza a este periodo. La organización política tuvo su base en las alianzas militaristas, donde la clase social que llegó a tener mayor prestigio fue la de los guerreros, quienes tenían en sus manos las actividades rectoras del gobierno. Su religión se basó en las deidades celestes concebidas como guerreros divinos. En la arquitectura se dieron innovaciones como el uso de la columna, manteniendo del periodo anterior el tablero-talud. En respuesta a la imposición tributaria de los tepanecas, los pueblos sojuzgados por ellos formaron la conocida Triple Alianza en la que intervinieron Texcoco, Tlacopan y Tenochtitlan; éste último más poderoso que los demás y que logró, al paso del tiempo, el control de Mesoamérica con base en un militarismo extraordinariamente bien organizado, controlando el comercio de productos foráneos, de tipo suntuario y alimenticios. Este periodo se caracterizó por el uso del sistema de cultivo por chinampas tan utilizado en el sur de la Cuenca y en Tenochtitlan; y que permitía el abasto de alimento a partir de ganarle terreno al lago y de producir de manera intensiva en las áreas chinamperas. Después de la caída de Azcapotzalco ante Tenochtitlan y Texcoco (1428 - 1431 d.n.e), se incluye a Tlacopan para formar la Triple Alianza. Aunque no es muy clara la información acerca de diversos aspectos de la historia de Tlacopan. Es posible que éste asentamiento tuviera dos parcialidades en Tlacopan, una de mexicanos y otra de tepanecas, cada una con sus propios gobernantes. Uno de los elementos más importantes en esta área es la calzada México-Tacuba una de las tres que conectaba la ciudad de Tenochtitlan con tierra firme, las otras dos calzadas son la de Iztapalapa y la del Tepeyac (Reyna, 1995: 17). La famosa calzada por la que salieron los españoles derrotados y la misma que a la conquista de los españoles, comenzó a poblarse a ambos lados con el repartimiento de solares con el fin de tener un paso franco hasta tierra firme, para evitar otra Noche Triste (Reyna, 1995: 19). Para el siglo XVII las tierras más importantes de los alrededores de la capital pertenecían a Tacuba: Tlalnepantla, Azcapotzalco, Naucalpan y Huixquilucan; a mediados del mismo siglo Tultitlan quedó adscrito a Cuautitlán, y así como Popotla, pasaron a depender de la jurisdicción de Tacuba (Reyna, 1995: 12). Esta es la conformación que prevaleció en esta zona. Hacia la primera mitad del siglo XIX no se observan cambios drásticos ni relevantes, estalla la Independencia y los cambios más representativos se dan en lo político y social. Ya en la segunda mitad del siglo el cambio es inminente y le cambia nuevamente la fisonomía a la ciudad que se va a transformar en moderna dejando atrás cientos de años de historia. Comenzando este cambio a partir de las Leyes de Reforma que dan paso al seccionamiento de los conventos que conlleva a las aperturas de calles que cede los espacios a otros usos. A finales de la década de los sesentas se realizan las obras para el Metro Línea 1, un año después se hará la Línea 2. En los setentas comienzan los grandes descubrimientos de los monolitos en el Zócalo de la ciudad. (Cuevas, 2009: 36). Para finalizar es preciso apuntar que desde tiempos prehispánicos hasta nuestros días la calzada México-Tacuba ha preservado su importancia dentro de la ciudad como una de las vías de comunicación y de comercio más importantes que influyo en el crecimiento económico de Tacuba. Como primer antecedente de trabajos arqueológicos en Tacuba, Gamio realizó recorridos de superficie en 1909, reconociendo un montículo al cual le nombraban el castillo?, que pudo haber sido el teocalli del asentamiento del recinto ceremonial que se localizaba entre la calzada México-Tacuba, avenida Azcapotzalco y su prolongación Golfo de Adén, Lago Superior y Golfo de San Lorenzo, al sureste del cruce formado por la calzada México-Tacuba y un camino que iba a Azcapotzalco hasta el sur de la Cuenca (Manzanilla, 2007: 128). Con motivo de la construcción de la Línea 7 y 2 del Metro, se realizaron diversos trabajos arqueológicos, por parte de la Dirección de Salvamento Arqueológico, bajo la coordinación de Rubén Manzanilla, que aportaron importantes datos de la traza del asentamiento. Se localizó a cien metros al oeste de la fachada de la Iglesia de San Gabriel, un patio estucado, una cimentación de adobes y muros de cantera rosa de una plataforma de diecisiete metros de largo por doce metros de ancho y noventa centímetros de alto, que presentó cuatro etapas constructivas que correspondían al Posclásico Tardío (Manzanilla, 2007: 129). En 2016 se realizó un salvamento arqueológico en la calzada México-Tacuba 501, bajo la coordinación de Erika Rodríguez. La información obtenida corresponde con una ocupación constante desde el Posclásico Tardío hasta principios del siglo XX, que se corrobora con los materiales diagnósticos de temporalidad Azteca II y Azteca III relacionados con un contexto de chinampas y canales, en el azolve se colectaron, en menor cantidad, materiales teotihuacanos de la fase Xolalpan-Metepec y toltecas del tipo Macana; en las capas superiores se levantaron tiestos de contacto, virreinal, mayólicas y loza fina. Además de la cerámica, se obtuvieron evidencias de lítica pulida y tallada, así como huesos de animal, en particular un espécimen semicompleto de zorro gris, entre otros (Rodríguez, 2016). Octavio Vargas en 2014 realizó excavaciones en la calzada México - Tacuba número 529, donde se proyectó la construcción de un laboratorio clínico "El Chopo". Este predio colinda al norte con Mar Mediterráneo y Av. Cuitláhuac, al oriente con Mar Mediterráneo y Mar Cébeles y al poniente con avenida Cuitláhuac. En este terreno se proyectaron 19 pozos de sondeo que nos proporcionó información acerca del predio en cuestión. En él se depositaron, en varias ocasiones, rellenos para subir el nivel del piso, debido a las constantes inundaciones que se presentan en la zona. Este fenómeno debió de ocurrir desde la época prehispánica, ya que en dos de los perfiles se pudieron registrar arenas, que indican subidas en cuerpos de aguas cercanos, tal vez del canal de la antigua calzada (Vargas, 2014). Andrés Casanova realizo trabajos de salvamento en el predio ubicado en Mar Mediterráneo 111, a unos metros del predio que nos ocupa en este trabajo (Casanova, 2018). Por ello se convierte en nuestra mayor referencia. Los materiales cerámicos obtenidos representan ocupación de las temporalidades del Posclásico Tardío siendo de los tipos Azteca II y III, Rojo Texcoco y Xochimilco, entre otros correspondientes a formas utilitarias de zona habitacional. La cerámica del periodo virreinal estuvo representada con muestras de complejo ciudad de México, mayólicas, vidriado, loza fina europea y gres (Casanova, 2018).