El trabajo de osteología antropológica consiste en la limpieza de los huesos para remover el sedimento incrustado en ellos y facilitar la observación detallada del tejido óseo para el estudio; los huesos que están quebrados son restaurados y posteriormente todos los elementos óseos recuperados e identificados se registran en una cédula general para integrarla a un catálogo. Posteriormente se hace el estudio bioantropológico utilizando cuatro cédulas: 1. Osteología general (se registra información de la metodología utilizada para obtener el sexo, la edad y la estatura, así como las observaciones en materia de osteología cultural), 2. Métrica (se registran las medidas en milímetros de los huesos representativos para obtener algunas características físicas de los individuos, como el cráneo y los huesos largos), 3. Condiciones de salud (se registran las marcas observadas en los huesos debidas a las actividades en vida de los individuos o como resultado de alguna patología) y 4. Registro dental (para describir la patología observada en los dientes y llevar el control del inventario de éstos). También se obtienen fotografías representativas del esqueleto, concentrando la atención al cráneo y a las marcas que presenten los huesos como por ejemplo fracturas, daños tafonómicos, marcas de actividad y marcas de patología, entre otras. Después de tener todo el registro anterior deriva la investigación de gabinete utilizando también la información del contexto arqueológico. Los huesos son empacados en cajas de cartón las cuales contienen los principales datos de excavación en su respectiva etiqueta de registro. Los esqueletos quedan resguardados en la bodega del Centro INAH Hidalgo. Finalmente, redacto los informes correspondientes y los entrego a los arqueólogos responsables de las excavaciones. También entrego un informe trimestral en la Dirección del Centro INAH Hidalgo donde hago un resumen de los estudios realizados en los esqueletos.