Por más de cuarenta años, el Centro INAH Sonora ha llevado a cabo exploraciones arqueológicas en el territorio del actual estado de Sonora, recuperando series esqueléticas representativas de los distintos periodos de su desarrollo cultural. Estas series, únicas por su significado para comprender las formas en que el medio ambiente, agreste y hostil, del desierto y de las zonas serranas tuvieron sobre las condiciones de vida y salud de sus antiguos pobladores, se mantuvieron en los repositorios del Museo Regional Sonora a la espera de ser analizados y preservados. En 2012, con mi integración al Centro INAH Sonora, inicié las actividades de conservación preventiva de este material óseo, con el objeto de frenar su proceso paulatino de deterioro, ya que estaban en las mismas condiciones en las que fueron recuperados, con el sedimento adherido del sitio donde fueron excavados y envueltos en papel periódico. En 2017, registré ante el SIP el proyecto Plan de Manejo de las Colecciones osteológicas del Centro INAH Sonora, con número de folio 19586, cuyo objetivo era el de establecer un protocolo para la conservación preventiva de las colecciones óseas y su adecuación en los repositorios para su posterior análisis. Esto implica aplicar este procedimiento a más de 600 esqueletos que están en los repositorios del Centro de Visitantes de la zona arqueológica de Trincheras, procedentes de los proyectos La Playa y Sur de Sonora (Ónavas). A partir de la vinculación con Escuela de Antropología e Historia del Norte de México, participan alumnos de la licenciatura en Antropología Física, un mes al año de trabajo de campo en Trincheras para realizar esta tarea, de tal forma que a los alumnos que participan en el proyecto les sean reconocidos los días invertidos como prácticas de campo; hasta ahora se han llevado a cabo tres temporadas (2017, 2018 y 2019), con avance del 40 %, ya que dicho procedimiento es lento.