En esta nueva fase, el proyecto de investigación se plantea dos objetivos. Primero, describir la dimensión política de los acervos y, en particular, de los archivos de derechos humanos. Segundo, analizar las formas en que se plantea la relación entre política y memoria, pasado y presente, presencias y ausencias, en dichos acervos. Estos objetivos se cumplirán mediante la escritura de un libro que compilará las ponencias sobre los usos políticos de los archivos presentadas en el Simposio Internacional de la Maestría en Conservación de Acervos Documentales realizado en noviembre de 2018. El libro será compilado por quien suscribe junto con el Dr. Antonio Hernández quienes, además, participaremos en el mismo escribiendo un capítulo. El archivo remite a la palabra griega arché y a la latina archivo, términos que aluden al comienzo, el origen y el mando de unos sobre otros. En su acepción institucional, el archivo designa el edificio público gubernamental que custodia los documentos oficiales. Los principios que guían el trabajo del archivero son el orden, el respeto al orden de procedencia, la integridad, la objetividad y la exactitud. Estos principios se ven sobresaltados por una cita de Sobre el vino y el hachís, un texto de Charles Baudelaire publicado en 1851. En ella, el escritor francés caracterizó el trabajo del trapero de la metrópoli parisina utilizando términos archivísticos: "Todo lo que la gran ciudad ha rechazado, todo lo que ha perdido, todo cuanto ha despreciado, todo lo que ha roto en pedazos, él lo cataloga, lo colecciona. Compulsa los archivos del exceso, la leonera de los desechos" (citado en Benjamín, Libro de los Pasajes, Madrid, Akal, 200). Los "archivos del exceso" del trapero, del coleccionista y del recogedor, son lugares de la impureza que acumulan desechos en los que sobrevive la promesa de renovación de lo anacrónico en el presente. El "archivo del exceso" no es un concepto contemporáneo ni una institución posmoderna, sino un anacronismo decimonónico que ha tomado distintas formas a lo largo de la modernidad para cuestionar la neutralidad del archivo y su constitución como instancia exclusiva de autoridad y consignación. Reconocer en los excesos del modo "normal" de funcionamiento de los archivos es la clave para comprender su real funcionamiento. Más que oponerse al rigor, la precisión y la sistematización propia del trabajo archivístico convencional, en la escena del archivo del exceso conviven "no libres de malestares" las sistematizaciones convencionales con los sentidos subjetivos, la generalidad y totalidad del conjunto documental con la singularidad de los fragmentos. Para decirlo de otro modo, los archivos del exceso se nutren de la exactitud del archivero y de la pasión del coleccionista. En este contexto, el libro se propone tomar la expresión de Baudelaire "archivos del exceso" para analizar, replantear y discutir la dimensión política del archivo en el presente, a la que entendemos como un territorio fronterizo donde el pasado colisiona con el presente y en el que convive la historia oficial y las narrativas marginales, el monumento y la huella muda, la inscripción indeleble en los documentos y lo que permanece sin marca alguna. Se busca interrogar al archivo desde la teoría y la intervención, examinando conceptos, modelos y prácticas de conservación documental y de la memoria en la actualidad. El libro se interesa tanto en el nivel del registro físicomaterial como en el de los mecanismos de su transmisión simbólica, en los archivos institucionales que resguardan y conservan documentos pero también en la naturaleza disgregada, episódica y amenazada que presentan los testimonios de la memoria, así como en las tensiones que existen entre los procedimientos conscientes de conservación y la transmisión mnémica e inconsciente de los registros del pasado.