Proyecto de investigación

Una estrategia bioarqueológica para el análisis del resto óseo modificado culturalmente. Fase V [2019]

OBJETIVO GENERAL

Establecer los patrones de manufactura y función de materiales óseos, diente y asta, tanto de humanos como de otras especies y tratar de determinar el rol que jugaron estos artefactos y adornos en el proceso de trabajo, así como en la esfera religiosa y política de los pueblos mesoamericanos, que hacían uso del cuerpo humano; y evaluar la hipótesis materialista cultural del canibalismo mexica.

ANTECEDENTES

El objetivo principal de esta aventura intelectual fue el de realizar una investigación intradisciplinaria para tratar de resolver un problema concreto: la "industria" de hueso humano en el México prehispánico a través del Proyecto: Una Estrategia Bioarqueológica para el Análisis del Resto Óseo Modificado Culturalmente. Este tema, quizá demasiado empírico para los pseudoteóricos que pululan en nuestro medio, encerraba secretamente una misión teórica, evaluar la hipótesis materialista cultural sobre la antropofagia Mexica. Sabíamos que en un ambiente académico como el nuestro, dominado por investigadores con enfoques relativistas culturales, eclécticos y chauvinistas; un proyecto con tales principios no sería aprobado. Por ello fue necesario formularlo en términos inductivistas, es decir, partiendo de datos inconexos tomados de informes y reportes arqueológicos del Archivo de la Coordinación Nacional de Arqueología, y de un montón de huesos fragmentados y arrumbados en diversas bodegas de los Centros INAH de la República Mexicana, considerados como pocos significantes para la arqueología y la antropología física tradicional. Pero que a través del enfoque bioarqueológico se describieron cuantitativamente y morfoscópicamente para tratar de entender como se fabricaron y cual fue su función; asimismo, se realizaron replicas experimentales para evaluar nuestro sistema clasificatorio propuesto, además de revisar el corpus escultórico mesoamericano y diversos códices para desentrañar la función que cumplía este tipo de objetos dentro del sistema religioso prehispánico. Por otra parte, se inició una búsqueda en diversos asentamientos en donde se hubiera reportado este tipo de materiales y presentar las conclusiones de este estudio en el marco de una teoría antropológica. El material óseo con el que comenzó ésta investigación fue colectado durante las exploraciones arqueológicas del sitio de Cantona en el Estado de Puebla, dentro de la temporada de campo 92-94, bajo la dirección del Arqlgo. Ángel García Cook, quien nos invito a participar en la fase de análisis de los materiales arqueológicos.

DESCRIPCIÓN

A manera de síntesis histórica, después de una corta visita al sitio de Cantona e invitado por Arturo Talavera González, el Lic. Enrique Serrano Carreto, quien por aquel entonces comenzaba a tomar las riendas de la DAF, sugirió que se presentara un proyecto de investigación con el material que en ese momento se estaba procesando (por lo que se realizó un proyecto preliminar en el año de 1996). Al regresar a la ciudad de México se tomo el tiempo necesario para terminar los informes producto de un intensivo año de análisis en el laboratorio de la lítica, de los restos humanos, así como del material óseo aislado y de relleno asociado a las estructuras de la zona ceremonial de Cantona. Posteriormente, en enero de 1997 se presento un proyecto más estructurado y se sometió a la evaluación de un comité académico. Después de librar algunas confusiones administrativas producto de la falta de experiencia, torpeza habitual y extraños manejos en los recursos por parte de la Dirección de la DAF, se comenzó con muy pocos recursos, lo necesario para la contratación de dos investigadores corresponsables de proyecto durante el tiempo estipulado en el mismo, siendo éstos los pasantes de arqueología Juan Martín Rojas Chávez (especialista en análisis lítico y representante del Materialismo Cultural en México), así como a Enrique García García (con experiencia en el análisis simbólico y de cosmovisión, dentro de la escuela del investigador Alfredo López Austin), además de algunos rollos fotográficos y paquetes de papel bond para la impresión de informes, copias fotostáticas y originales de ponencias. El proyecto es ambicioso, lo reconocemos, pero si se revisan los objetivos planteados en los proyectos de 1996 y 1997, todos se cumplieron menos uno: la experimentación en cadáveres humanos (se anexan copias de ambos proyectos). Siempre trabajamos con la convicción de que una investigación intradisciplinaria no tiene sentido si no se ofrece una continuidad, a través de la formación de nuevos cuadros de investigación. Por ello paralelamente al trabajo en bibliotecas, archivos históricos y bodegas de diversos Centros INAH, nos dirigimos a la Escuela Nacional de Antropología e Historia, buscando en el salón de clases estudiantes con los mismos intereses para que se unieran a nuestro viaje personal. Comenzamos con un reducido grupo de estudiantes de la Licenciatura en Antropología Física, reunidos en torno a un taller experimental de bioarqueología, tal es el nombre con que se ha bautizado a este tipo de investigación intradisciplinaria en los Estados Unidos. También era necesario presentar el concepto de la investigación bioarqueológica de una manera novedosa y atractiva para captar la atención, no de nuestros colegas, sino de las generaciones más jóvenes, ya que ellos realizarán el cambio, -si es que algún día se da-. Gracias al apoyo de diseñadores gráficos fue factible construir una imagen Dark entorno a una investigación muy acorde con esta subcultura creada en los ochenta. Creemos que el impacto psicológico deseado se consiguió, no sólo al público al que iba dirigido sino más allá. A mediados del año de 1999, uno de los miembros fundadores del Equipo de Bioarqueología, Enrique García, obtuvo una beca por parte del CONACyT para continuar sus estudios de posgrado en la Universidad de Leiden en Holanda, dentro de la línea de investigación de los análisis simbólicos y cosmogónicos de los grupos mesoamericanos. Por lo que su lugar fue ocupado a partir de julio de ese año hasta julio del 2004, por una de nuestras alumnas más avanzadas en bioarqueología, Rosa María Flores Ramírez, quien ha cumplido las metas establecidas en el proyecto original.

IMPACTO

Como se ha señalado en años anteriores, siempre se ha tratado de fijar objetivos anuales que se puedan cumplir tomando en cuenta la situación del proyecto y de los integrantes del equipo (Personal a contrato, Servicio Social o Prácticas de Campo), cabe hacer mención que salvo cuatro meses del año, no hay percepción salarial alguna para el personal a contrato, y sí una inversión personal para llevar a cabo actividades complementarias dentro del proyecto. Superando las limitantes mencionadas, siempre se ha tratado de cumplir con los tiempos establecidos así como con los compromisos adquiridos, esto lo asumimos desde el inicio del Proyecto y lo mantendremos hasta finalizarlo, esperando, por supuesto, contar con un mayor apoyo académico, económico e institucional. La presente cuarta etapa de trabajo se inicia en el 2011 y tiene como fecha de término el año 2015.

NOTAS

  1. Descripción de actividades: Establecer los patrones de manufactura y función de materiales óseos, diente y asta, tanto de humanos como de otras especies y tratar de determinar el rol que jugaron los artefactos y adornos en el proceso de trabajo, así como en la esfera religiosa y política de los pueblos mesoamericanos, que hacían uso del cuerpo humano; y evaluar la hipótesis materialista cultural de canibalismo mexica
Folio SIP
365
Fecha de inicio
2006-01-01
Fecha de término
2019-12-31

PARTICIPANTES

Colaborador (ctb): Guadalupe Almaguer Rosales, Director de proyecto (pdr): Jorge Arturo Talavera González