Santiago Sierra Méndez fue en su tiempo un destacado personaje de la política, la sociedad y el periodismo. Por su muerte temprana, a los treinta años de edad, sus escritos quedaron dispersos en numerosos periódicos y revistas nacionales del siglo XIX, su presencia y pensamiento pronto cayeron en el olvido, y desapareció su nombre y sus hechos en la historia de la cultura nacional, a pesar de haber sido reconocido en su época como "la joven promesa de la intelectualidad mexicana" (I.M. Altamirano y F. Sosa). Con el General Refugio I. González, Santiago Sierra es iniciador y promotor en México del espiritismo moderno, que a lo largo del siglo XIX y hasta los inicios del siglo XX podría caracterizarse como un amplio movimiento social y político, cuyo máximo exponente es Francisco I. Madero, que influye de manera significativa en la Revolución Mexicana y en alguno de sus personajes más destacados, y aun se extiende a Centroamérica: Nicaragua y Costa Rica. El espiritismo en México, durante el siglo XX, pierde sus características de movimiento social y se sumerge en círculos sociales con participantes de las clases medias y altas de la sociedad mexicana, ya con nuevas modalidades que importa precisar y conocer.