Acorde al informe parcial presentado, se propone realizar la excavación sistemática del Complejo Funerario Colonial de manera continua, con apoyo de servicio social y de prácticas de fin de carrera de las licenciaturas de Arqueología, Antropología Física y conservación de las escuelas del INAH. Para ello, se instaló una cubierta permanente que ya se ha fabricado y adecuado en repetidas ocasiones para el mejor desarrollo de las labores. Así para la primera quincena de Diciembre del 2013 se instaló sobre el Gran Basamento cubriendo el área de 20 metros de este a oeste por 10 metros de norte a sur a bien de agotar el yacimiento funerario y al mismo tiempo delimitar la estructura de la Etapa III del edificio, con su banqueta y pisos detectados, registrando sistemáticamente todas las evidencias muebles arqueológicas de ambos conjuntos, tanto el colonial, propio del ajuar de los personajes enterrados, como la parafernalia de la ceremonia de clausura de la Etapa III del Gran Basamento, que como hemos reportado se trata de almenas, sahumadores y demás enseres cerámicos y líticos que nos permitan llevar a cabo la contrastación del inmueble que ahora nos ocupa con la Casa de las Águilas de Tenochtitlan, objetivo planteado desde 1991. Durante las temporadas 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016 en la excavación de la Cala Central se constató que el yacimiento de entierros coloniales presenta hasta 7 niveles de depósito, que debido a los procesos tafonómicos en algunos sectores están mezclados los sujetos ya que algunos fueron colocados dentro de féretros de madera, otros quizá en mortaja textil y otros directamente sobre la matriz o el relleno de los que ocuparon el nivel más profundo, por ello, se calculó que la densidad poblacional por exhumar era de aproximadamente 160 sujetos, sin embargo durante la temporadas pasadas la cala se extendió hacia el oriente y poniente y se han exhumado aproximadamente 300 sujetos y alcanzamos a detectar las evidencias de que aún continúan.