El arte rupestre es un material arqueológico que durante mucho tiempo fue dejado a un lado por la arqueología mexicana; mientras en diversas partes del mundo avanzaba el estudio de este tipo de manifestación humana, en México la investigación sistemática inició a mediados de la década de 1980, por lo que todavía queda mucho que hacer, desde la localización de los sitios, su correcta documentación, las motivaciones que le dieron origen o el papel que desempeñó en las diversas actividades rituales de los grupos antiguos. Durante el 2020 se esperaba registrar y documentar el más extenso sitio de manifestaciones rupestres del estado de Querétaro, conocido como Puerto del Cobre (municipio de Peñamiller) y compuesto por doce conjuntos, 56 grupos pictóricos y una docena de motivos aislados, que en total suman más de 2000 grafismos; la investigación de las particularidades de la expresión gráfico rupestre del sitio, desde la época prehispánica a la colonial, así como su vinculación con diversas actividades rituales y su relación con el paisaje, permitirán comprender la forma en que los antiguos pobladores de la región asumían el espacio que los rodeaba y lo incorporaban a su cosmovisión. Se planteaban dos estrategias paralelas y complementarias: por un lado, pretendíamos diseñar estrategias que garantizaran la conservación y difusión del arte rupestre de Puerto del Cobre entre la población local, con el objetivo de coadyuvar a su protección; por otro lado, esperábamos tener un acercamiento arqueológico e histórico a la gráfica rupestre de la zona de estudio. Derivado de las restricciones presupuestales, para el año 2020 se realizará únicamente trabajo de gabinete, que consiste en concluir la documentación digital del sitio de manifestaciones rupestres El Tepozán; la documentación incluirá un expediente técnico con Cédula oficial de la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas, Cédula del estado de conservación de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) del INAH, Registro fotográfico y de video digital exhaustivo, levantamientos de plantas y cortes de los abrigos y frentes rocosos y descripción detallada del sitio (información tanto específica como general, localización, acceso, descripción de la metodología de trabajo en el sitio, descripción del contexto natural y cultural, descripciones de cada conjunto y grupo pictórico, análisis digital de imagen (software DStretch correlation, Photoshop, In Design, etcétera), calcos detallados de la iconografía para la elaboración de catálogos, etcétera. Se espera concluir el expediente técnico en diciembre de 2020, para su entrega al Consejo de Arqueología.