Desde principios del siglo XIX existen reportes de vestigios rupestres en el territorio zacatecano, los cuales derivan de la visita a los principales asentamientos prehispánicos como la piedra del monarca y las siete víboras en La Quemada y el calendario prehispánico localizado en el Cerro del Chapín cerca a Alta Vista. Posteriormente historiadores y cronistas locales comienzan a mostrar sitios con pintura rupestre en distintos lugares del estado, es hasta la década de los años ochenta cuando surge los primeros estudios arqueológicos dentro de la Cultura Chalchihuites. Posteriormente continúan existiendo reportes de hallazgos e informes de investigadores, describiendo los sitios y motivos presentes como parte de la labora institucional para atender estas denuncias. En la actualidad existe un gran avance con las nuevas tecnologías para acceder a la comprensión del pasado y los estudios rupestres no son la excepción. En Zacatecas, se han identificado mas de 50 sitios rupestres, siendo evidente su distribución en la región occidental, sureste y noroeste, donde además se encuentran los principales desarrollos prehispánicos. Habiendo un gran vacío en la región del semi desierto zacatecano, donde también se sabe de su existencia, pero no han sido debidamente registrados. Lo anterior hace necesario implementar medidas para la identificación y comprensión de estas manifestaciones rupestres recurriendo a las nuevas tecnologías y enfoques teóricos.