México y la Convención 2001: un apoyo vital y mutuo, en “Convenciones UNESCO”
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México y la Convención 2001: un apoyo vital y mutuo, en el libro “Convenciones UNESCO”, pp. 92-105
En 1976, la Comisión de Cultura y Educación del Consejo de Europa inició un estudio sobre el patrimonio cultural subacuático. Justo en ese momento se empezó a recorrer un camino al que le faltaban todavía muchos años y mucho trabajo para llegar a lo que es hoy la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático. De 1998 a 2001, expertos de varios países, incluyendo México, nos reunimos en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en París, para discutir los temas que deberían formar parte de tan importante documento. Hubo que superar momentos álgidos, que tomar decisiones difíciles y que ir más allá de posturas extremas para llegar a un acuerdo en beneficio de la protección e investigación del patrimonio que yace bajo las aguas de nuestro planeta. Así fue como el 2 de noviembre de 2001, la plenaria de la 31ª Conferencia General aprobó la Convención. A partir de ese momento empezó otra etapa: lograr que los Estados Parte la ratificaran. Para que esta Convención entrara en vigor se necesitaba que pasaran tres meses después de que veinte países la hubieran ratificado. Como iniciativa de esta campaña mundial, el Secretariado de la UNESCO para la Convención de 2001 organizó una serie de reuniones en diversas partes del mundo. En América Latina y el Caribe se celebraron los siguientes encuentros: 2002, Kingston, Jamaica; 2003, Santa Lucía; 2004, Bogotá, Colombia; 2007, Quito, Ecuador; 2008, nuevamente Santa Lucía; 2010, Cozumel, México, y en 2011, nuevamente Jamaica.
En 1976, la Comisión de Cultura y Educación del Consejo de Europa inició un estudio sobre el patrimonio cultural subacuático. Justo en ese momento se empezó a recorrer un camino al que le faltaban todavía muchos años y mucho trabajo para llegar a lo que es hoy la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático. De 1998 a 2001, expertos de varios países, incluyendo México, nos reunimos en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en París, para discutir los temas que deberían formar parte de tan importante documento. Hubo que superar momentos álgidos, que tomar decisiones difíciles y que ir más allá de posturas extremas para llegar a un acuerdo en beneficio de la protección e investigación del patrimonio que yace bajo las aguas de nuestro planeta. Así fue como el 2 de noviembre de 2001, la plenaria de la 31ª Conferencia General aprobó la Convención. A partir de ese momento empezó otra etapa: lograr que los Estados Parte la ratificaran. Para que esta Convención entrara en vigor se necesitaba que pasaran tres meses después de que veinte países la hubieran ratificado. Como iniciativa de esta campaña mundial, el Secretariado de la UNESCO para la Convención de 2001 organizó una serie de reuniones en diversas partes del mundo. En América Latina y el Caribe se celebraron los siguientes encuentros: 2002, Kingston, Jamaica; 2003, Santa Lucía; 2004, Bogotá, Colombia; 2007, Quito, Ecuador; 2008, nuevamente Santa Lucía; 2010, Cozumel, México, y en 2011, nuevamente Jamaica.
AGENTES
María del Pilar Luna ErreguerenaORIGEN
Fecha: 2013
Lugar: Ciudad de México