Premio
2019
Director de trabajo: Adrián Velázquez Castro
La presencia maya en el Templo Mayor de Tenochtitlan. El análisis tecnológico de los objetos de jadeíta verde imperial
Es sabido que, entre el amplio universo de piedras verdes, la jadeíta con los colores verdes más intensos y brillantes, denominados coloquialmente como “verde imperial”, “verde esmeralda” o “verde manzana”, eran las más apreciadas entre los pueblos mesoamericanos por sus características visuales exóticas y su profundo valor simbólico. La presencia de este jade en el Templo Mayor de Tenochtitlan se distribuye en varias ofrendas que pertenecen a las distintas épocas conocidas de éste edificio (etapas constructivas II-VII) y que abarcan un periodo de tiempo comprendido entre 1325 y 1521 d. C. Ésta gema semi-preciosa se presenta bajo diversos tipos de objetos, entre los que destacan cuentas, pendientes y orejeras entre otras piezas ornamentales y votivas. Para distinguirlas y caracterizarlas de otras piedras verdes se buscó identificar el acabado vítreo característico de este mineral así como la sistematización de las cromáticas que distinguen el verde imperial con ayuda de la tabla Munsell de rocas. Asimismo, mediante análisis de composición no destructivos ni invasivos como la Fluorescencia de Luz Ultravioleta (UVF), la Espectroscopía por Dispersión de Energía de Rayos X (EDS) y la Espectroscopía Micro-Raman fue posible establecer que todas las piezas eran jadeítas.
Hasta la fecha, los únicos yacimientos de jadeíta conocidos en Mesoamérica son los que se localizan en la región del río Motagua, en Guatemala, ello significa que se trató de un bien foráneo a la cuenca de México. ¿Eran estos objetos manufacturados en Tenochtitlan o llegaban previamente elaborados desde el área Maya dónde su circulación fue mucho más amplia y los artesanos lapidaros alcanzaron el mayor grado de maestría en el trabajo de este mineral? Para contestar esta pregunta fue necesario abordar una aproximación tecnológica que permitiera identificar las técnicas, las herramientas y las cadenas de operación empleadas en la manufactura de estas piezas. Para ello se recurrió a la arqueología experimental y la caracterización de las huellas de manufactura con ayuda del Microscopio Electrónico de Barrido (MEB) y el óptico (OM). Los datos permitieron comparar las muestras experimentales con objetos arqueológicos propiamente tenochcas así como de diversos sitios mayas del Clásico final. Los datos permitieron comparar las muestras experimentales con objetos arqueológicos del Templo Mayor de Tenochtitlan así como de diversos sitios mayas del Clásico final. Los resultados arrojaron la presencia de cuatro manufacturas estilísticamente distintas: tres vinculadas a las Tierras Bajas Mayas y uno asociado estilo imperial tenochca. A pesar de su poder político, los Mexicas no tuvieron un fácil acceso a la jadeíta verde imperial y todo parece indicar que los grupos mayas contemporáneos controlaron el flujo de este bien precioso.