Línea de acción 2.2.5 Conservar bienes muebles e inmuebles culturales para asegurar su disfrute a las futuras generaciones, impulsando a su vez la reconversión de bienes inmuebles patrimoniales separados de su función original en proyectos culturales que tengan valor para las comunidades. La conservación preventiva implica la aplicación de medidas que eviten o amortigüen el daño que pudiera causar un agente de deterioro o una situación de riesgo para los bienes culturales. Para lograr lo anterior es necesario conocer las condiciones y riesgos a los que están expuestos los bienes y conocer los actores relacionados con ellos. Con base en ese conocimiento se diseñarán planes integrales para la conservación y prevención de riesgos para cada monumento o zona de monumentos. La conservación preventiva es una actividad cotidiana que requiere de la participación de los conservadores y restauradores, pero también del personal de museos y zonas arqueológicas, visitantes y de la comunidad relacionada con bienes culturales. El proyecto plantea generar instrumentos para el conocimiento de las condiciones de conservación y los riesgos a los que están expuestos los monumentos, y para conformar las brigadas de prevención y atención de bienes culturales en zonas de riesgo. Estos instrumentos se trabajarán por grupos de trabajo de los Seminarios de Gestión de Riesgos y de Conservación Preventiva. Se trabajará en estrecha colaboración con el área de conservación de la CNCPC y con las Coordinaciones Nacionales de Monumentos Históricos y Museos y Exposiciones, Centros INAH y Desarrollo Institucional.