Los acervos documentales integran una diversidad de registros narrativos: escrituras, textos impresos, fotografías (imágenes digitales y de otro tipo), estampas, filmes, obras de arte, artes performáticas, prácticas artísticas, etcétera, cuya conservación no sólo depende de manejar la diversidad de conocimientos sobre sus técnicas de factura, sino también sus posibles interpretaciones, discursos y sentidos, así como de las prácticas sociales y culturales mediadas por los propios acervos. En este contexto, la complejidad que define a los acervos documentales exige entender al conservador de acervos como una posición de sujeto atravesada por múltiples disciplinas y prácticas. Por ello, el nuevo campo de conocimientos e intervención por construir formará a los profesionales bajo un perfil de amplio espectro, que le permitirá insertarse de manera creativa en diversas instituciones públicas o privadas tales como universidades, bibliotecas, archivos, fototecas, filmotecas, mediatecas, hemerotecas, museos, espacios de la memoria, asociaciones civiles, centros de documentación, por mencionar sólo algunos. La MCAD construye el perfil del nuevo conservador de acervos documentales, algo que no existe en otras ofertas educativas en México ni en el extranjero.