Proyecto de nueva creación. Este predio está considerado por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Gobierno de la Ciudad de México y el INAH dentro del Área de Protección Patrimonial, por lo que es de gran importancia continuar con las labores de salvaguardar los elementos arqueológicos que se encuentran en esta área, ya que a partir de 1967, se ejecutó la construcción de diversas líneas del STC-Metro (2, 3, 5, 8 y B) momento en que se edificó la Estación Tlatelolco. Es importante resaltar la presencia en las cercanías del predio de varias construcciones hidráulicas que constituían un sistema de calzadas, diques, acequias y canales establecidos durante el Posclásico Tardío que cumplieron varios fines, entre ellos la protección de la ciudad contra inundaciones, el control de los niveles del lago para permitir la construcción de terraplenes y chinampería con los cuales se pudo ensanchar la ciudad prehispánica, así como un proceso artificial de desalinización o al menos un intento de separación de las aguas salobres de Texcoco de las dulces de Xochimilco. De ahí que esta demarcación ha sido ampliamente estudiada y esto ha permitido vislumbrar una larga cronología de ocupación humana anterior a la cultura mexica, así como nuevas luces sobre lo que fue el gran asentamiento y su importancia en el sistema de mercado para el gobierno de la capital mexica. Derivado a las diversas obras originadas por particulares e instancias gubernamentales en las cercanías del predio, entre 1982-2019, se han realizado diversos hallazgos relevantes donde destaca la Calzada prehispánica de Nonoalco junto a una ofrenda asociada al inicio de la construcción con vasijas y fragmentos cerámicos Azteca III, destacando un omechicahuaztli tallado sobre el fémur izquierdo de un individuo adulto.