La pintada contiene dos componentes arqueológicos: las manifestaciones gráfico rupestres al interior del cañón y el área de campamento estacional abierto en el abanico aluvial del mismo. En cuanto a los diseños rupestres se concluyó el registro fotográfico y espacial así como la digitalización de los mismos, iniciando el análisis para su interpretación. En el componente de campamento abierto se realizaron recorridos de superficie para identificar concentraciones de materiales arqueológicos y efectuaron excavaciones en algunas de estas áreas incluyendo la excavación parcial de un horno, todo ello con el registro sistemático de artefactos y su correspondiente clasificación y análisis en gabinete. En cuanto a la gestión encaminada a la apertura de sitio, se llevó a cabo la delimitación oficial por parte de Registro Arqueológico, se inició el proceso de declaratoria oficial del sitio, y se elaboraron varios documentos solicitados por tres diferentes gestiones de la DOS. En cuanto a Conservación en 2006 se llevó a cabo un diagnóstico de daños al sitio por vandalismo y naturales, y a partir del 2007 a la fecha se han llevado a cabo anualmente los talleres de conservación para retirar los daños vandálicos, actividad llevada a cabo en conjunto con la CNCPC (a cargo de la restauradora Sandra Cruz), el Proyecto arqueológico La Pintada y voluntarios de la sociedad civil, a la fecha se ha limpiado el 80 % del sitio. Y por último en cuanto a Difusión se implementó un programa de "Visitas familiares" por la demanda de visita que existe por parte de la comunidad, además de la realización de conferencias y la exposición fotográfica "La Pintada Inédita" misma que fue concebida como itinerante tendiente a coadyuvar a la formación de una conciencia patrimonial.