El norte de México alberga una amplia colección de material fósil de diferentes grupos taxonómicos, entre ellos los correspondientes a maderas de coníferas y angiospermas. Los estudios paleontológicos de diferente índole realizados en el norte y centro-sur de EUA, apoyan la hipótesis de que la flora cretácica creció en un clima de tipo tropical con baja variación estacional. Sin embargo, son todavía escasos los trabajos sobre identificación y descripción de madera fósil, principalmente de coníferas del norte de México para contribuir significativamente a dicha hipótesis. A saber, en la actualidad sólo se cuenta con dos trabajos formales sobre anatomía de madera fósil realizados en los estados de Coahuila y Chihuahua, sumando en tres los ejemplares fósiles de madera de coníferas descritos a la fecha.