La conservación de patrimonio cultural en México ha sido tarea federal por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia desde su fundación. Como establece la ley de monumentos arqueológicos e históricos, una de las funciones del INAH es la conservación del patrimonio arqueológico, histórico y paleontológico. De ahí que se tuvo la necesidad de formar profesionistas para llevar a cabo las tareas de conservación con la ayuda organismos internacionales como la UNESCO a través del ICCROM. Así, desde la creación del Centro Regional Latinoamericano de Estudios para la Conservación y Restauración en 1966, la formación de restauradores profesionales en el INAH tiene como objetivo sentar las bases metodológicas que guíen intervenciones adecuadas para la conservación del patrimonio cultural, dando prioridad a la ejecución técnica de la práctica, así como a los aspectos sociales del patrimonio que definen para qué o quién se conserva. En este sentido, los restauradores del INAH se enfrentan a un patrimonio cultural que, por la geografía de México, se encuentra inmerso en contextos de gran diversidad con problemáticas complejas para lograr su conservación a través del tiempo y dinámicas sociales de cambio. El patrimonio cultural de Yucatán bajo custodia del INAH es amplio y particular de los procesos sociales de una región mucho tiempo aislada del resto del país. Yucatán tiene la mayor concentración de maya parlantes en el país que ha permitido una interesante fusión cultural que distingue a los yucatecos de la tradición ´mexicana´ difundida en el resto del país. El interés de forjar una propia identidad y por desarrollar una industria de turismo cultural ha derivado en una estrecha relación del INAH Yucatán con el Gobierno del Estado y la apertura de 17 sitios arqueológicos abiertos al público, incluyendo a los sitios de patrimonio mundial Chichén Itzá y Uxmal de amplio reconocimiento internacional. De igual manera, la mayoría del patrimonio histórico se encuentra bajo el resguardo de la Arquidiócesis de Yucatán en las 106 municipalidades del estado, ya que es utilizado por las comunidades como sede para la celebración de misas y como objetos de culto. Teniendo en cuenta los aspectos descritos anteriormente, los conservadores de la SCyRYuc consideramos que las estrategias para la conservación para el patrimonio cultural de Yucatán bajo la competencia del INAH deben formularse a partir conocimiento de la materia y forma de los objetos identificados como bienes nacionales, así como también de la vinculación que tienen estos objetos y de los diferentes grupos de interés.