Costumbres funerarias en el estado de Guerrero [2019]
OBJETIVO GENERAL
Organizar y clasificar el material óseo que se encuentra bajo el resguardo del Centro, con la finalidad de estandarizar el almacenamiento, conservación y registro de los restos óseos, procedentes de los rescates arqueológicos producto de la restauración de las iglesias dañadas por el sismo del año 2017. Embalaje e inventario de las series óseas resguardadas en el Centro INAH Guerrero (cambio de cajas de cartón y rotulado de las mismas para su mejor ubicación). Catálogo e inventario de restos óseos humanos. Difundir por medio de una exposición el trabajo de investigación sobre el hilado prehispánico. Difundir por medio de una exposición fotográfica itinerante la investigación sobre costumbres funerarias en el Alto Balsas.
ANTECEDENTES
Una de las primeras incursiones por parte de los antropólogos físicos en el estado de Guerrero fue en los años cuarenta cuando Javier Romero y Johanna Faulhaber pertenecientes al entonces Departamento de Antropología Física del Museo Nacional del Antropología llevaron acabo una investigación en la parte norte del estado. Para entonces, el objetivo fue estudiar a la población por medio de sus características somáticas. Para finales de la década de los cincuenta Javier Romero (1958) reportó una serie de dientes mutilados procedentes de varios sitios de Guerrero. Tuvieron que pasar casi veinte años, cuando en 1976 Zaid Lagunas presentó información sobre algunos entierros procedentes de Cacahuamilpa, concluyendo que se trataban de entierros del periodo conocido como Preclásico. Otro estudio realizado en el estado de Guerrero es el de Pijoan publicado en la Revista Mexicana de estudios antropológicos en el año de 1979 en la serie ósea La Villita cuando se construyó la presa del mismo nombre sobre el río Balsas donde rescataron 119 entierros del Clásico Terminal. Cabe señalar que la mayoría de los entierros presentaron huellas de haber sido expuestos a la acción del fuego, así como por el mal estado de conservación solamente fue posible describirlos de manera general. A principios de los ochenta Bautista, Ceja y Talavera (1984) realizan un estudio antropofísico los entierros procedentes de distintos sitios del proyecto El Caracol pertenecientes al Posclásico, sin embargo, de nuevo, el mal estado de conservación impidió realizar un estudio a profundidad. Por otra parte, en 1988, Rosa Reyna realizó el estudio antropofísico de los restos procedentes de las excavaciones en la colonia COVISUR, Chilpancingo. Para inicios de los años noventa Manzanilla, Talavera y Rodríguez (1991) realizan el rescate de unos entierros en Puerto Marqués. Y posteriormente en ese mismo año durante la construcción de la Autopista del Sol inician los trabajos de rescate en el sitio llamado Cuetlajuchitán. En esa primera temporada fueron recuperados 18 entierros. Desde entonces, en este sitio se han obtenido otros entierros, entre ellos se encuentra el número seis que está compuesto por un entierro secundario y una serie de materiales arqueológicos. Entre los restos óseos encontrados esta un collar de 32 dientes humanos que presentaba una perforación a nivel de la raíz (Talavera et al., 1997). En un estudio reciente de tipo genético, Martínez Meza y colaboradores (2007) realizan un Análisis de la región Hipervariable en la población prehispánica de El Caracol, Guerrero, con el objetivo de conocer el grado de parentesco entre las poblaciones prehispánicas. El análisis se llevó acabo con colecciones resguardas en Dirección de Antropología Física y del Centro INAH-Guerrero. En el 2008 Couoh y Hernández, reportan en su libro Una cista funeraria del formativo medio en Tixtla, Guerrero, donde analizan los restos óseos del Salvamento Arqueológico efectuado en 2001 por el arqueólogo Antonio Porcayo en el tramo de la Línea de Transmisión Eléctrica por el paraje de Tezahuapa en el municipio de Tixtla Guerreo. Uno de los objetivos del trabajo fue fechar los restos óseos por medio de técnicas nucleares como la retrodispersión elástica de iones (RBS) y la emisión de rayos X inducida por partículas (PIXE). Por otro lado, en distintas excavaciones arqueológicas realizadas en el Estado de Guerrero se han reportando la presencia de restos óseos humanos. Por ejemplo, en el municipio de Chilpancingo se reportan contextos funerarios olmecas en los sitios Colonia Temixco II, El Tomatal, COOVISUR, Tixtla, la colonia Nicolás Bravo (INDECO). Tengo que señalar que al respecto existen dos trabajos que hacen un recorrido histórico al respecto, estos son el de Pompa, Talavera y Jiménez 2004 titulado el Patrimonio óseo humano en el Estado de guerrero, el segundo es el de Talavera y Flores (2007) La osteología antropológica en Guerrero. De manera general, lo que podemos notar en los pocos estudios osteológicos realizados en el Estado de Guerrero, es una constante: el mal estado de conservación de los restos óseos que en gran medida han limitado las posibles interpretaciones. Para poder subsanar esto, es necesario que se trabaje de manera interdisciplinaria -arqueólogos y antropólogos físicos- especialmente en el ámbito de la exploración, registró y recuperación de los restos óseos, ya que muchas veces se pueden determinar algunos indicadores biológicos in situ que pueden ayudar a futuras interpretaciones.
DESCRIPCIÓN
Durante este año el proyecto está orientado a contrastar la información etnográfica obtenida en los pobladores del Alto Balsas sobre las costumbres funerarias con información reportada tanto en la bibliografía como del estudio de los restos óseos de las poblaciones pasadas. De ahí que surge la necesidad de revisar las costumbres funerarias tanto de época prehispánica como colonial pues el objetivo de observar los elementos que han permanecido y tratar de explicar el porqué. De ahí que me propongo los siguientes objetivos.
NOTAS
- Descripción de actividades: Se llevará acabo el análisis de materiales de tejido que se ubican resguardados en el Museo Regional de Guerrero, con la finalidad de realizar el catalogo y un guion museográfico para ser expuestos en la sala de exposiciones temporales de dicho museo. Cabe señalar que esta actividad se desarrollará conjuntamente con el arqueólogo Antonio Hermosillo Worley del Centro INAH Guerrero. Además, se realizará trabajo de campo en apoyo a las supervisiones durante los trabajos de restauración de las iglesias dañadas por los sismos. En caso de que existan restos óseos humanos. Con la finalidad de dar a conocer las investigaciones que se realizan en el centro de trabajo se creará "el pasillo de la ciencia" en las instalaciones del Centro INAH. Se redactará el informe Arqueológico del Rescate de la Ballena, en colaboración con los arqueólogos Antonio Hermosillo y Pablo Sereno Uribe
Folio SIP
11533
Fecha de inicio
2015-01-07
Fecha de término
2020-12-31
Categoría
Unidad Administrativa
Área normativa
TITULAR DEL PROYECTO
PARTICIPANTES
Colaborador (ctb): Antonio Hermosillo Worley, Director de proyecto (pdr): Jorge Cervantes Martínez, Colaborador (ctb): Juan Pablo Sereno UribeCOBERTURA
Ubicación geográfica