Proyecto de Salvamento Arqueológico Justo Sierra núm. 17, Centro Histórico de la Ciudad de México [2019]
OBJETIVO GENERAL
1. Se tiene como propósito detectar, registrar e interpretar en la medida de lo posible, los vestigios arquitectónicos mexicas que puedan existir asociados a este espacio de estudio. 2. A partir del registro de posibles restos arquitectónicos mexicas que puedan ser detectados, continuar con la reconstrucción planimétrica del recinto sagrado de la ciudad de México Tenochtitlan. 3. Otro de los objetivos particulares, es tratar de detectar algunas ofrendas asociadas a los elementos arquitectónicos prehispánicos para tratar de inferir acerca de la funcionalidad de dichos espacios arquitectónicos. 4. Al ubicarse dicho predio prácticamente al centro del recinto sagrado de Tenochtitlan, es altamente posible detectar una o más esculturas de piedra que en su momento formaron parte del Templo Mayor o de algún otro basamento cercano. Al respecto se pondrá especial cuidado. 5. Con referencia a la época virreinal, es de nuestro interés localizar los restos de casas más tempranas del momento inmediato después de la conquista de México Tenochtitlan por los españoles al mando de Hernán Cortés. Esta información nos servirá para ampliar nuestro conocimiento de la traza de la ciudad virreinal elaborada por el alarife Alonso García Bravo, en 1524. 6. Además de los análisis cerámicos, líticos, de hueso, metal, y la preparación y entrega del informe final al Consejo de Arqueología, es importante para este proyecto difundir a través de publicaciones y de la participación en congresos académicos, dando a conocer los resultados alcanzados en esta investigación.
ANTECEDENTES
Con base a las fuentes, hacia 1325 tras una larga migración, los mexicas arribaron a un islote situado en las inmediaciones del Lago de Texcoco y ahí construyeron con materiales vegetales y lodo extraído del fondo del lago, un pequeño templo dedicado a Huitzilopochtli. Dando origen así a lo que más tarde sería la majestuosa ciudad de Tenochtitlan. Tiempo después, ya establecidos, lograron liberarse del dominio que sobre ellos ejercían los tepanecas de Azcapotzalco, y hacia 1428 junto con sus aliados conformaron la llamada Triple Alianza, una confederación que propició el rápido crecimiento de Tenochtitlan y el surgimiento de un poderoso imperio expansionista que imponía el pago de tributos a las poblaciones que conquistaba. En menos de cien años; los mexicas como parte de la Triple Alianza, lograron extender sus dominios sobre un vasto territorio de Mesoamérica, sometiendo a más de 360 pueblos, los cuales podían agrupar unos 5 o 6 millones de habitantes. El Huei Tlatoani de los mexicas, el mando supremo quien presidía el gobierno de Tenochtitlan y que al mismo tiempo era la cabeza del imperio, decidía todo lo concerniente a la construcción y el agrandamiento de los templos que conformaban el espacio sagrado de la ciudad. En realidad son pocos los edificios de los que se conocen sus dimensiones reales. Algunos de ellos son el Templo Mayor y una serie de altares que se encuentran a su alrededor, la Casa de las Águilas, el Templo del Sol, el Juego de Pelota, el Cuauhxicalco y el Templo de Tezcatlipoca en el edificio del Arzobispado. De otros que se han identificados recientemente como el Templo de Ehécatl y el Huei Tzompantli, han sido confirmados su existencia sin conocer físicamente sus límites totales. De ahí la importancia de los trabajos arqueológicos que se llevarán a cabo en el predio de Justo Sierra, núm. 17, debido a que queda ubicado en el corazón del recinto sagrado de Tenochtitlan. En 1830, al realizarse trabajos de remodelación en uno de los patios del convento de Santa Teresa la Antigua. Se dice que es un ídolo con la representación de una de las diosas de los indios, Centeotl, "Diosa de la medicina y de las hierbas medicinales, conocida también con el nombre de Temazcalteci, o sea la Gran Madre de los Baños". Otro hallazgo casual que ocurrió en las cercanías del área, es una escultura que representa la cabeza de Coyolxauhqui y que Antonio de Peñafiel describe de la siguiente manera: "La cabeza colosal de diorita fue encontrada al abrirse los cimientos de una casa en la calle de Santa Teresa, en propiedad del convento de la concepción, y cedida por la abadesa al Museo Nacional" (Peñafiel, A., 1910). Es hasta el año de 1900 cuando propiamente se lleva a cabo un trabajo arqueológico. Es en la calle de las Escalerillas, hoy República de Guatemala, en donde hizo la excavación de una profunda zanja para la construcción de un colector para aguas residuales que permitió a don Leopoldo Batres atender el rescate arqueológico. Desafortunadamente la excavación de dicha zanja que se hizo en el tramo comprendido entre las calles El Seminario y Lic. Primo de Verdad, no fue atendida su supervisión que es donde hoy sabemos que se encuentran los restos del Templo Mayor de Tenochtitlan. Sin embargo, atendió el tramo comprendido entre las calles El Seminario y República de Brasil, recuperando diversas ofrendas e hizo un registro muy detallado de los elementos arquitectónicos mexicas que detectó durante su intervención. En la Casa del Marqués del Apartado, ubicada en el número 12 de la calle de Argentina esquina con Donceles, en 1901, como parte de los trabajos de rehabilitación del inmueble, las actividades de rescate arqueológico fueron realizadas por Leopoldo Batres. Al intervenir el área que ocupa el patio central del edificio histórico, se detectó una escultura de basalto que representa una xiuhcóatl (serpiente de fuego), y posteriormente se detectó otra muy cerca identificada como un océlotl cuauhxicalli. Estos hallazgos motivaron la continuación de las excavaciones descubriendo al poco tiempo, una gran escalinata alternada que forma parte de una plataforma orientada de este a oeste y con acceso de sur a norte. En 1985, la Dra. Elsa Hernández Pons nuevamente lleva a cabo excavaciones en el edificio, descubriendo una escultura en forma de águila cuauhxicalli. En 1913, siendo Inspector General de Monumentos Arqueológicos de la Nación don Manuel Gamio lleva a cabo excavaciones en la esquina de Seminario y segunda calle de Santa Teresa, quién con el apoyo de las fuentes históricas logra confirmar que sus hallazgos realizados corresponden a la esquina suroeste del Templo Mayor de Tenochtitlan. Dichos hallazgos los da a conocer el año siguiente en un artículo que lleva por título "Los vestigios prehispánicos de la calle de Santa Teresa (hoy Guatemala)", publicado en el tomo I, número 1, del Boletín de Educación (Gamio, M., 1914). Estos hallazgos son complementados con los trabajos que en 1933 lleva a cabo el arqueólogo Emilio Cuevas, cuando es demolido el Seminario Conciliar de México. El hallazgo casual de la escultura circular que representa a la diosa Coyolxauhqui, hecho ocurrido la madrugada del día 21 de febrero de 1978 por trabajadores de la compañía de Luz y Fuerza entre las calles de Guatemala y Argentina, en el centro de la ciudad de México, y cuyo rescate fue atendido por los arqueólogos Raúl Martín Arana Álvarez y Ángel García Cook, del entonces Departamento de Salvamento Arqueológico del INAH; dio posibilidad de poder excavar el Templo Mayor de Tenochtitlan. El 20 de marzo de 1978 y concluidos en 1982, se logró liberar casi la totalidad del más emblemático templo tenocha. En el edificio que ocupa la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH, ubicado en Lic. Primo de Verdad número 3, en 1991 se llevaron a cabo excavaciones coordinadas por el Dr. Francisco Rivas Castro, que arrojaron materiales cerámicos y arquitectónicos de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y XX. En estos primeros años de los noventa, el arqueólogo José Francisco Hinojosa del PAU, llevó a cabo excavaciones en el predio ubicado en Justo Sierra, núm. 33, detectando restos de pisos y muros prehispánicos, así como vestigios arquitectónicos virreinales de los siglos XVI al XIX, y de la época moderna. En dos breves rescates que realizamos cómo parte del PAU entre los años de 1996 y 1998, en el edificio histórico ubicado en la calle de Luis González Obregón número 25, en uno de los cuartos al hacer un sondeo arqueológico se detectó la presencia de un basamento que de acuerdo con su ubicación, forma parte del recinto sagrado de Tenochtitlan. Posteriormente entre los años 2013 y 2014, la Autoridad del Espacio Público del Gobierno de la Ciudad de México, llevaron a cabo trabajos de rehabilitación de la calle República de Argentina en el tramo comprendido entre Justo Sierra y San Ildefonso, que permitieron al PAU detectar nuevamente la continuación del mismo basamento que hoy sabemos que tiene aproximadamente 40 m de ancho de norte a sur y con su fachada principal hacia el oeste. Ante el hallazgo arqueológico de gran relevancia, el INAH y el Fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México unieron esfuerzos para habilitar con el apoyo de especialistas, estas ventanas arqueológicas para el disfrute de los visitantes. Entre 1998 y el 2000, el Programa de Arqueología Urbana del INAH, llevó a cabo un proyecto de salvamento arqueológico en el Palacio de la Autonomía Universitaria, ubicado en la calle de Lic. Primo Verdad, número 2, Centro Histórico de la Ciudad de México. En este edificio, propiedad de la UNAM, se localizaron restos de una plataforma mexica con orientación norte-sur, que se encuentra por debajo de la calle Primo de Verdad abarcando parcialmente los edificios que delimitan a dicha calle. En uno de los patios del inmueble se localizaron los restos de una casa virreinal fechada para la segunda mitad del siglo XVI, que fue residencia de don Juan Luis de Rivera, primer Regidor del Cabildo Metropolitano y Tesorero de la Casa de Moneda de la Nueva España. Dicha casa se encuentra asentada en el límite exterior este de la plataforma que delimitaba por este lado al recinto sagrado de la ciudad de los tenochca.
DESCRIPCIÓN
El edificio histórico que sus propietarios pretenden rehabilitar se encuentra ubicado en el número 17 de la calle Justo Sierra, Col. Centro, de la Alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México. El acceso al inmueble es por el lado norte y colinda al este con el edificio que ocupa la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, en los lados sur y oeste con la zona arqueológica del Templo Mayor. El predio es de forma rectangular orientado de norte a sur, y presenta un área total de 1467.65 m2. El frente del edificio, que está del lado norte, tiene 8.87 m de ancho, por 41.41 m de largo y 11.20 m de ancho en el límite sur.
NOTAS
- Descripción de actividades: Excavación, análisis de materiales e informe.
Folio SIP
24416
Fecha de inicio
2019-04-04
Fecha de término
2019-08-03
Categoría
Unidad Administrativa
Área normativa
TITULAR DEL PROYECTO
PARTICIPANTES
Colaborador (ctb): Andrea Campos Vargas, Colaborador (ctb): Francisco Delgado Meza, Colaborador (ctb): Ingrid Trejo Rosas, Colaborador (ctb): Lorena Medina Martínez, Director de proyecto (pdr): Raúl Barrera RodríguezAPORTANTES
Financiador (fnd): Inmobiliaria B5 S.A. de C.V.COBERTURA
Ubicación geográfica